viernes, 15 de abril de 2011

Manifiesto Pajarero



Génesis de una pasión inexistente

El descontento con el universo, con  el mundo, con la sociedad en la que uno vive y, sobre todo, con nuestra propia vida, desencadena un sinnúmero de sensaciones y emociones. Depresión, enojo, sufrimiento y desencanto. Pero por otro lado, también puede ser el motor y la piedra fundacional de algo.  En nuestro caso ese algo se llama LA PAJARERA.

La Pajarera hoy en día quizás sea la nada misma y a la vez nuestra esperanza. La pajarera es una institución musical que no hace música, es una voz que no habla, un velocista  invalido, un abejorro que no pica, un automóvil sin combustible.  Pero también, y sobre todo, para nosotros es una eutopía a que vale la pena transitar.

Nacimos protestando contra nadie y brindando nuestro genuino apoyo a la inexistencia misma. Apoyamos la unión y lucha conjunta de los desposeídos contra los poseídos (grupo al cual seguramente formamos parte). Pregonamos un mundo soberano y desglobalizado, pero abierto e integrado.  Defendemos la libertad a ultranza (de ahí nuestro nombre), pero siempre y cuando la preceda una igualdad real.

En fin, la pajarera quizás haya nacido como expresión máxima de una decepción interminable e inclaudicable, pero está en nosotros, sus actuales integrantes, (y ojalá también en los que se vayan sumando) transformarla en  la búsqueda eterna de la felicidad. No creemos que la felicidad sea un estado (ni siquiera efímero), consideramos que  la felicidad como hoy se la plantea es uno de las tantos equívocos  que  el capitalismo burgués ha instalado hace casi 100 años. La felicidad desde esta perspectiva, consiste básicamente en la ignorancia hacia el entorno, en no pensar, en no creer, en no mirar más allá del mañana, en el consumismo insaciable.  

Para nosotros la felicidad no existe como estado palpable. Pero si existe como camino. Camino sinuoso y por momentos intransitable. Un camino sin fin. Pero quizás en intentar caminarlo está la cuestión.  PAJAREROS transitemos este camino juntos.


La Pajarera